miércoles, 13 de enero de 2010

LOS FILÓSOFOS DE LA NATURALEZA

Los filósofos de la naturaleza basaron sus teorías sobre la especulación sobre el principio material de la naturaleza. Entre ellos se encuentran Tales de Mileto, Anaximandro, Anaxímenes, Pitágoras, Heráclito, Parmñenides, Empédocles, Anaxágoras, Leucipo y Demócrito.
A estos filósofos, también se los llama filósofos presocráticos, porque ejercieron su labro filosófica antes que Sócrates. No obstante, esta cronología es bastante artificial, ya que muchos de estos hombres fueron contemporáneos e incluso sobrevivieron a Sócrates. Lo interesante de estos pensadores griegos es que no se denominaban a sí mismos "filósofos" (a excepción de Pitágoras), y que eran considerados magos, sabios, médicos, físicos, etc. Con ellos se inaugura la filosofía como paradigma racional, autónomo y original, es decir, ocupan ese punto de bifurcación en el que se abrió paso la razón, que terminó desalojando la religión, el rito, el mito.
*TALES DE MILETO: (624 a. C. - 546 a. C.), para él, el principio o "arjé", era el agua. Afirmación que se fundamentaba en la observación de que todo cuerpo, poseía la cualidad de lo húmedo, siendo el agua su principio rector.
*ANAXIMANDRO: (610 a. C. - 545 a. C.), toda la multiplicidad de seres surge de un principio que ya no es un "elemento físico", sino un elemento indefinido o indeterminado: El apeiron. El apeiron es la génesis de los seres. La arjé de toda determinación no puede ser ella misma determinación alguna, y de ella brota el conflicto de la generación de los seres, como segregación de parejas de contrarios que han de ser "devueltos" a lo indeterminado siguiendo la ley de la necesidad. Lo interesante del pensamiento de Anaximandro es la negación de toda evidencia empírica. El apeiron es un principio abstracto, hipotético, que contradice la experiencia de lo sensible.
*ANAXÍMENES DE MILETO: (582 a. C. - 524 a. C.), la arjé o principio creador de todas las cosas es el aire, que por condensación y enrarecimiento, origina todos los seres y sus diferencias cualitativas. Aire es también el alma (psiché), soplo o aliento divino similar al aire que nos rodea.
*HERÁCLITO DE ÉFESO: (544 a. C. - 480 a. C.), se le dio el sobrenombre de "el Oscuro" porque escribía de manera muy enigmática y estaba muy familiarizado con los cultos mistéricos. Afirmó que el origen de todas las cosas es la lucha, la guerra y la oposición de contrarios de la que surge la armonía, según una inexorable ely que remite a una unidad oculta: El logos. Todas las cosas están sujetas a un devenir perpetuo donde todo fluye y nada permanece, y donde el nacer o perecer de un ser implica el nacer o perecer de su contrario.
*PARMÉNIDES DE ELEA: (Finales del siglo VI a. C.), niega todo devenir como pura apariencia de ser. El cambio es un engaño de los sentidos. Todo pensar se encuentra siempre en la encrucijada de dos caminos: El primero "que es y euq no es no ser". El segundo es del "que no es y que no ser es necesario".
*PITÁGORAS DE SAMOS: (580 a. C. - 500 a. C.), consideró que el alma era inmortal, cuya unión con el cuerpo significaba una "prueba" que éste debía sufrir antes de su liberación definitiva ( o hundimiento) de los ciclos de las reencarnaciones. Muy imporante fue su doctrina del número, según la cual, éste es concebido como la arjé de todo lo presente y de todo lo pensable.
*EMPÉDOCLES DE AGRIGENTO: (490 a. C. - 430 a.C.), estableció la teoría de los cuatro elementos (fuego, aire, tierra y agua) principios rectores del cosmos, elementos que se combinancomo resultado de un equilibrio entre el amor (atracción) y el odio (repulsión).
*DEMÓCRITO DE ABDERA y LEUCIPO: (460 a.C. - 370 a. C.), desarrollaron la teoría del atomismo, según el cual el mundo está compuestó (arjé) exclusivamente de átomos en movimiento en un espacio vacío. Estos átomos son eternos, distinguiéndose únicamente por su distinta figura, posición y orden. De los movimientos azarosos de los átomos en el espacio, surgen "vórtices" o torbellinos que originan infinitos mundos, uno de los cuales habitamos nosotros.